Un día como hoy nace una de las ciudades más pujante del Paraguay
En medio de grandes desafíos, la capital del Alto Paraná celebra su aniversario 61 y fiesta patronal en honor a San Blas. Anoche, con una multitudinaria presencia se desarrolló la tradicional serenata en la catedral de la ciudad que contó con la participación de destacados artistas nacionales.
En las postrimerías de 1956 el entonces ministro del Interior Edgar L. Insfrán, en conversaciones mantenidas con el presidente de la República, Alfredo Stroessner (fragmento rescatado del libro Un giro geopolítico: el milagro de una ciudad escrito por Insfrán) sugirió la necesidad de concretar la fundación de una ciudad, al término del camino que estaba avanzando hacia las barrancas del Paraná.
Así el 3 de febrero de 1957, por la escarpada barranca del Paraná, un puñado de hombres repechaba un sendero que llegaba hasta la cima, en un claro recién abierto en el bosque, para asistir a la ceremonia de fundación de una ciudad de Puerto Presidente Stroessner, hoy Ciudad del Este.
Insfrán recuerda que estimulados por el fresco de la mañana y por la conciencia de aquel acto trascendente, se cantó el Himno Nacional, mientras se izaba la bandera al tope de una tacuara que servía de mástil. «Una improvisada cruz confeccionada con maderos del bosquecillo más cercano sirvió para que el Monseñor Luis Púnzolo, representante de S.S. Pío XII, impartiera la bendición del lugar. Una pequeña tropa militar daba marcialidad a aquella ceremonia, cumplida según el rito de las antiguas tradiciones españolas».
EL HITO. En tubo de bronce, el pergamino del Acta fundacional, firmado por los presentes, fue depositado en el bloque preparado para el efecto. Bajo la advocación de San Blas, Patrono del Paraguay, la última gran fundación asuncena se había concretado.
La ceremonia de la fundación era solo un episodio del amplio espectro socioeconómico y geopolítico que abarcaba aquel acto y cuyas proyecciones tuvieron gran trascendencia nacional. La visión e intuición geopolítica de la fundación no pueden discutirse. Sin dudas, el fenómeno de su vertiginoso crecimiento es casi único en la historia y pocos fundadores han tenido el privilegio de ver afianzada su obra.
LA GRAN URBE. Sin dudas con la construcción de la Hidroeléctrica Itaipu, sumado al fuerte crecimiento comercial, ha hecho de esta capital departamental un punto fuerte de migración interna y externa, que permitieron en 60 años ser una de las ciudades más importantes del interior del país.
El grueso de las migraciones producidas desde los departamentos de Guairá, Caaguazú, Caazapá e Itaipu, tuvieron como destino final Alto Paraná y sobre todo Ciudad del Este, seguido de Presidente Franco y Hernandarias.
La Construcción del Puente Internacional de la Amistad, en 1964, que estrechó los vínculos del país con el Brasil, y la construcción de la represa hidroeléctrica de Acaray, en 1968, que transformó radicalmente el acceso de la población paraguaya al servicio básico, fueron los pilares fundamentales del desarrollo de la zona, hecho que, a su vez, sirvió para estimular la instalación masiva de paraguayos y extranjeros en la región, para dedicarse a diversas actividades productivas y de servicios.
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