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Júbilo de los empleados tras retorno del legítimo dueño de “Mega Plásticos”

La alegría desbordante de los funcionarios de la fábrica Mega Plásticos S.A., localizada en el kilómetro 22 de Minga Guazú, fue la nota resaltante el pasado viernes cuando se hizo presente en el portón el verdadero y único dueño de la planta fabril, Georges Assad Azar.

“Nunca perdimos la esperanza de que algún día vuelva”, “se hizo justicia”, “él siempre nos trató como seres humanos, nunca hizo discriminaciones”, fueron algunas de las frases escuchadas de boca de los funcionarios que se aglomeraron en torno al empresario cuando llegó al patio de la fábrica (foto).

Las primeras palabras del empresario dirigida a sus empleados es que ninguno de ellos quedaría sin su puesto de trabajo, lo que hizo que los mismos estallaran en gritos de júbilo y aplausos. “He vuelto, ahora nos resta trabajar para levantar la fábrica”, dijo Georges, quien en todo momento estuvo rodeado de su esposa e hijas. 

Georges Assad Azar recuperó la posesión de la empresa luego de una batalla judicial que entabló contra su propio hijo, Fernando Barrak Azar, quien junto al administrador de la fábrica, Rogerio de Amaral y la connivencia de abogados y autoridades judiciales corruptos, le hayan despojado de la fábrica que erigió y habilitó en el año 2006 con una inversión cercana a los 15 millones de dólares.

Una vez en el interior del complejo, Georges pudo constatar que las instalaciones administrativas fueron objetos de una rapiña por parte de su hijo y del administrador, quienes horas antes de la intervención judicial y policial, huyeron llevándose consigo documentos, dinero en efectivo, cheques y otros objetos de valor. 

En varios recipientes, el dueño de Mega Plásticos encontró rastros de papeles incinerados, muchos de ellos aún humeantes, evidenciando que fueron quemados pocas horas antes de su presencia en el lugar. El anciano empresario se mostró abatido cuando ingresó a su oficina y constató que su hijo había hurtado o destruido gran parte de sus pertenencias personas. “Nunca esperé esto de mi único hijo varón”, murmuró en tono apenado el hombre.

AUDITORÍA

Desde la toma de posesión de la empresa, Georges, acompañados de sus abogados y familiares, inició una detallada auditoría de los bienes y documentos que obran en la plata fabril con el objetivo de cuantificar los perjuicios ocasionados por su hijo y compinches. 

Pero a pesar de la adversidad, el empresario, junto a su esposa e hijas aseguró que comenzará a trabajar como al inicio y prometió que en poco tiempo la fábrica estará funcionando a plenitud.













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